LA TRANSICIÓN AL PLÁSTICO ECOLÓGICO

En Miton siempre hemos querido buscar soluciones que sean respetuosas con el medio ambiente. Desde el año 2020, se dejó de usar el PVC pasando al PET, que es un material reciclable.

La Unión Europea está siendo pionera en el desarrollo de la economía circular, a través del establecimiento de unos objetivos de reciclaje y reutilización de envases de plástico del 50% en 2025 y el 55% en 2030. Además, se fijó para el año 2020 que todos los envases plásticos introducidos al mercado debían ser reciclables o reutilizables a un coste rentable para los operadores económicos.

En este afán por ofrecer soluciones más sostenibles, la Unión Europea está apostatando firmemente por proyectos de investigación, ya sea para impulsar el desarrollo de nuevos materiales renovables como el bioplástico, o bien para indagar en nuevos procesos más eficaces y eficientes de reciclado mecánico y químico.

En el caso de España, se está preparando una nueva Ley de residuos y suelos contaminados que prevé crear dos impuestos: uno a los envases de plástico vírgenes no reutilizables y otro al depósito en vertedero e incineración. Estas nuevas medidas van encaminadas a construir una economía circular más robusta y, de forma más específica, a incrementar la demanda de plástico reciclado.

Actualmente las opciones que disponemos en el uso de estos materiales son el PLA o el PET reciclado: PET-R y PETG.

El PLA, ácido poliláctico, es un termoplástico fabricado a base de recursos renovables como el almidón de maíz, raíces de tapioca o caña de azúcar. Este material es la alternativa a otros materiales de la industria hechos principalmente a base de petróleo. Debido a sus orígenes más ecológicos este material ha comenzado a popularizarse dentro de la industria, y hemos comenzado a verlo en aplicaciones médicas y en productos alimentarios.

El PETG es un copolímero que combina las propiedades del PET y las del glicol. La adición de este último reduce el sobrecalentamiento del PET y, por lo tanto, su aspecto frágil. Es un material fácil de extruir que tiene buena estabilidad térmica. Es particularmente apreciado por su compatibilidad con el contacto con alimentos. En cuanto a su lado negativo, el PETG requiere una bandeja de impresión calefactada para evitar los efectos de deformación encontrados en el ABS.

El PET-R está fabricado en su totalidad a partir de PET reciclado, ofreciendo prácticamente las mismas características de forma que sus usos son también casi idénticos, con el añadido de ser un material totalmente sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

El CIDEC (Centro de Innovación y Desarrollo para la Economía Circular), ha realizado un estudio desde un enfoque de análisis de ciclo de vida y los resultados concluyen en que el r-PET es el mejor material desde una perspectiva ambiental, por ser el que menos emisiones de gases de efecto invernadero emite a la atmósfera.

La conclusión es que con la investigación y la tecnología nos acercamos a la sostenibilidad mediante la economía circular y por supuesto en Miton seguiremos este camino.

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